TRABAJO
APUNTES PARA UN
ESTADO PLURINACIONAL
CURSANTE: Tcnl. DIM. Juan Martín Machicado Bozo
Desde la crisis política del 2000 hasta la victoria electoral del MAS el 2005, la oposición percibe la existencia de dos Estados bolivianos:
Una nación indígena, arcaica, subdesarrollada, pobre, con carencias culturales, asentada en el Occidente.
Otra nación moderna, con un mestizaje regional, exportadora, próspera, que busca constantemente un modelo capitalista, asentada en el Oriente.
La polarización de ambas naciones hacía inviable un futuro en común, salvó la construcción de instituciones cada vez más diferenciadas.
Según Ximena Soruco Sologuren, afirma que la historia de Bolivia, esta dada por varios intentos de unir las divisiones existentes dentro del estado, como los de la nación criolla de 1825, la rebelión de 1899, movimientos sociales MNR en 1952, la huelga minera de 1979, la democracia neoliberal de 1985.
El primer estado es el que representa al pueblo oprimido y excluido de la política, la que propone un proyecto determinante con un movimiento indígena y popular buscando un horizonte de liberación, de autodeterminación y autogobierno, más allá de la institucionalidad colonial o liberal, donde se busque una integración preocupándose por y para todos sin exclusiones.
Las condiciones a las que fueron sometidos desde la colonia, en contra de mucha voluntad y regida por la fuerza, totalmente ilegítima, resultado de la imposición de otros sujetos e instituciones ajenos a nuestra voluntad y pensamientos, responde a un sistema político injusto, sin ética que excluye al pueblo, el cual tiene un condicionamiento histórico y económico.
La consideración indica que un sujeto político nunca es “trans-histórico”, dado que siempre está condicionado por un periodo político que crea una situación particular en tiempo y lugar determinados, que busca la incorporación de este sujeto al sistema político con asociaciones o fuerzas para buscar un fin común.
Además, se identifica unas condiciones de dominación y las contextualiza de la siguiente manera: El horizonte entonces une la memoria del pasado, actualizada en el presente, y la apertura hacia el futuro, también realizada en el presente, a partir de la búsqueda de la transformación de las condiciones actuales de dominación
CONCLUSION
Si no miramos la historia para entender el pasado, no podremos visualizar un futuro, ni alcanzar nuestras metas referidas a la integración de nuestra nación sin exclusiones, ni opresiones, el cual nos permita desarrollar un proyecto político, económico y social incluyente que avancé al futuro con integración nacional sin resentimientos, divisiones y discriminación.
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